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Photo of young cute girl showing heart shape on yellow background

 

Mucho se ha escuchado de la importancia de tener una buena autoestima, sin embargo, no todas las personas son conscientes del valor ni la importancia que esta tiene sobre nuestra vida y nuestras decisiones.

Según la RAE, autoestima se define como “valoración generalmente positiva de sí mismo”. Podemos entender esta definición como la aceptación de nosotros mismos dependiendo de nuestras características, valores, carácter, en sí, todo aquello que nos hace ser nosotros y que nos representa.

Desde que somos niños la autoestima se ve afectada ya sea de manera positiva o negativa por nuestro entorno, compañeros de la escuela, papás, hermanos, familiares, amigos, etcétera, son los diferentes contextos los que influirán en cómo nos percibimos a nosotros mismos ya que un comentario bueno o malo transcenderá en nosotros por la edad en la que nos encontramos.

El valor de la autoestima es de suma importancia, pues es la que nos permitirá desenvolvernos con el resto de las personas, además de que esta nos permitirá estar estableces psicológicamente.

Durante la adolescencia, los jóvenes comenzamos a formar nuestro criterio y perspectiva de nosotros mismos, frases como “eres el mejor”, “estoy orgulloso de ti”, por parte de nuestros papás van creando un valor positivo de nosotros. Por otro lado, escuchar comparaciones como “¿por qué no eres como tu hermano?”, “deberías sacar mejores calificaciones como tu primo”, etc., van generando conflictos de nuestra percepción e incluso puede que también gracias a estos comentarios se creen resentimientos y rencores hacia las otras personas.

 

Después, para la edad adulta es responsable de cada individuo hacerse responsable de las próximas decisiones que tomará en su vida, para este punto ya nos encontramos en una edad en la que se supone somos más maduros, por esta razón si consideras que te hace falta trabajar en tu autoestima puedes acudir a terapia para que junto con una persona experta puedas trabajar adecuada y sanamente para construir una buena autoestima.

También puedes trabajar tú mismo en mejorar tu autoestima, siempre estando consciente de no sobrepasar los límites que se deben respetar para no creerte más que nadie (respetando que todas las personas tenemos el mismo valor).

Para mejorar tu autoestima puedes comenzar tu día mirándote al espejo y decirte 3 frases positivas con las que te sientas identificado y que te ayuden a sentir mejor.

Realizar ejercicio, además de ayudarte a tener una mejor salud física y verte mejor, el hacer ejercicio reducirá las emociones negativas de tu cuerpo como el enojo, el estrés, la depresión, la ansiedad, etc.

Poner límites es una de las actitudes más cuestionables pero aprender a utilizarlos, de manera correcta, sana y respetando a la otra persona ayudará para que nadie vuelva a hacerte sentir menos. Por ejemplo, si tus padres te hacen un comentario que te hace sentir mal, puedes decirles cordialmente: “papá/ mamá, ese comentario que acabas de hacer me hace sentir triste y me molesta, así que te voy a pedir de favor que ya no lo menciones más y que esto no se vuelva a repetir”.

Rodéate de personas que aporten cosas positivas en tu vida, y trata de eliminar de tu lista de amigos y familiares  a aquellas personas que consideres que son tóxicas, es decir, si alguien de tu familia no te aporta nada y siempre que la ves hace comentarios que te hieren, aléjate de ella, el árbol genealógico también se corta y está bien siempre y cuando sea para tu paz mental.

Otra acción buena que puedes hacer para ti, es hacer todo aquello que te gusta, desde escuchar tu canción favorita, comer tu postre favorito, leer un libro, caminar, ver series, lo que sea que a ti te haga feliz; planea citas contigo mismo.

El amor propio es indispensable para mantener una buena autoestima, cambiar los hábitos que te hagan sentir frustrado, que te causen estrés te funcionará para convertirte en una mejor versión de ti mismo.

Celebrar tus triunfos es algo que no debes dejar pasar, por muy mínimos que tu creas que sean, pues todo conlleva esfuerzos que estás haciendo por cumplir tus metas, mereces festejarte. Esto nos lleva a otro punto muy importante: permítete cometer errores, no pasa nada si te equivocas algunas veces, para eso es la vida, para experimentar, aprender y crecer.

Por último, pero no menos importante, trabaja en tus valores y en lo que te identifica, nunca pierdas la esencia que te distingue de los demás, el plan es mejorar pero siempre siendo la mejor versión de ti. Amate, respétate y acéptate como mereces. Imagen: Freepik

 

 

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