La generación Lux 90 se reunió para llenarse el corazón de cariño y la mente de nostalgia…se abrazaron, saludaron, platicaron, rieron y bailaron con más entusiasmo que en sus años mozos. Sin duda las relaciones con sus ex compañeros son como brasas cubiertas de cenizas: están siempre vivas, pero necesitan que se las mueva a la fogata de las circunstancias personales actuales; y sólo necesitarán una sopladita para que irradien y den calor.
En palabras de Mónica Gómez: “¡Es como si te dijeran que vas a tener oportunidad, por una tarde, de tener una vez más un recreo con todos los que iban al receso contigo…pero ya de 50 años!”
La ilusión de verse fue realmente patente; sobre todo para aquellos que vinieron de lejos, incluso de otro país. Algunos tenían 30 años de no verse y podría pensarse que les costó trabajo reconocerse y conciliar esa imagen juvenil que recordaban con la persona adulta que tenían enfrente, pero sin duda las vivencias de la prepa LUX están detenidas en el tiempo y fue sencillo retomar la conversación.
Había tanto que decirse que al final de la noche hubo muchos afónicos.
La velada fue simplemente mágica. Dichosos pues, los que en regulares ocasiones se encuentran para gozar de la presencia mutua. Así mismo, venturosos los que se encuentran esporádicamente y se regalan largas sobremesas. Cabe destacar que su evento se llevó a cabo en el Salón de Eventos Campestre Center a donde desde temprana hora llegaron los y las asistentes quienes disfrutaron la música del Dj. Por: Pablo Portillo Imágenes revista Q 2022 / Especiales