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El Colegio Americano de Reumatología (ACR, por sus siglas en inglés) manifiesta que los pacientes con espondiloartritis deben recibir fisioterapia y hacer ejercicios dirigidos a las articulaciones y a la columna, para favorecer su movilidad. Imagen de Freepik.

La rigidez y el dolor son dos síntomas característicos de las espondiloartritis, un grupo de enfermedades reumatológicas con un gran impacto sobre el día a día. Es importante conocerlas para aprender a cuidarse y así tener una mejor calidad de vida.

Son diferentes entre sí, pero tienen muchas cosas en común. Las espondiloartritis afectan fundamentalmente a la espalda y a las articulaciones. Suelen aparecer en personas jóvenes, entre la adolescencia y los 50 años. Son enfermedades crónicas que evolucionan de manera lenta y, por lo general, cursan con brotes con periodos de mucha sintomatología y otros con síntomas más atenuados o incluso sin ellos.

Lo primero que suele notar una persona afectada por estas patologías es un dolor en una de las nalgas y, con el paso del tiempo, en ambas. Es un dolor atípico pues empeora con el descanso y mejora con ejercicio físico leve. Por la noche, este dolor es más intenso, lo que a menudo ocasiona que la persona se despierte y tenga que levantarse.

Una de las principales características de estas enfermedades es la inflamación. De hecho, el dolor en las nalgas es consecuencia de la inflamación de las sacroilíacas, que son las articulaciones que unen la parte inferior de la columna con la pelvis. Esto, sumado a la inflamación de distintas zonas en las que los tendones se unen a los huesos (que es un rasgo típico de estas patologías), provoca rigidez matutina que puede estar presente durante más de una hora, según explican desde la Fundación Española de Reumatología.

 

Las espondiloartritis tienen un gran abanico de síntomas. Imagen de Freepik.

Estos síntomas de inicio son especialmente típicos en una de las enfermedades, llamada espondilitis anquilosante. De hecho, las espondiloartritis pueden dividirse en dos grupos: las de predominio axial y las de predominio periférico. Las primeras afectan principalmente a la espalda. Hay dos fundamentales: la espondiloartritis axial no radiográfica y la espondilitis anquilosante. La espondiloartritis axial no radiográfica cursa con dolor y cierta rigidez en la espalda, pero en las radiografías no se aprecian lesiones. Esta enfermedad puede progresar hasta convertirse en espondilitis anquilosante, aunque esto no ocurre siempre.

 

En la espondilitis anquilosante, por su parte, al realizar una radiografía, se observan unas lesiones características, especialmente en las articulaciones sacroilíacas. Además, la inflamación de la columna vertebral propia de esta patología hace que se formen unos puentes óseos en las vértebras que pueden llegar a unir dos vértebras vecinas y limitar de este modo el movimiento de la columna.

Por otro lado, en las espondiloartritis de predominio periférico, se ven afectadas, sobre todo, las articulaciones de las extremidades. En este grupo se encuentran varias enfermedades como la artritis psoriásica, la artritis reactiva y la artritis asociada a una enfermedad inflamatoria intestinal, entre otras.

La espondiloartritis es una enfermedad compleja, con manifestaciones que van mucho más allá del aparato locomotor. Imagen de gpointstudio en Freepik.

La artritis psoriásica es la enfermedad más frecuente entre las espondiloartritis de predominio periférico. Consiste en una inflamación de las articulaciones asociada a una enfermedad de la piel denominada psoriasis. “En la mayor parte de los casos, la artritis aparece años después de las lesiones cutáneas”, manifiestan los especialistas de la Clínica Universidad de Navarra.

Las articulaciones afectadas presentan hinchazón, calor, cambio en el color y limitación del movimiento. “Clínicamente, se suele manifestar en el 70% de los casos como una artritis de las articulaciones finales de los dedos de las manos, generalmente asimétrica (una mano) y también de otras articulaciones de las extremidades”, detallan. La rigidez matutina en las manos; la dactilitis o dedo en salchicha que es la inflamación de todo el dedo; y afectaciones oculares como la conjuntivitis o la uveítis son otros de los síntomas de la artritis psoriásica.

La artritis reactiva también forma parte del grupo de las espondiloartritis de predominio periférico. Se produce alrededor de entre dos y cuatro semanas después de haber padecido una infección del tracto digestivo o del tracto urinario por unas bacterias determinadas, las gramnegativas. “La artritis no está producida directamente por la bacteria, sino que es una forma de reaccionar de la persona a los componentes de la bacteria”, detallan los expertos de la Sociedad Española de Reumatología (SER). Sus síntomas son, por lo general, similares a los de la artritis psoriásica.

En cuanto a la artritis asociada a una enfermedad inflamatoria intestinal, puede darse en dos direcciones. Los especialistas de la SER explican que los pacientes con espondiloartritis suelen tener inflamación intestinal que, en general, no produce molestias. Pero un porcentaje de ellos puede desarrollar inflamación intestinal crónica similar a la enfermedad de Crohn. “Por otra parte, los pacientes con enfermedad intestinal crónica (enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa) también pueden desarrollar todas las manifestaciones articulares y extraarticulares de las espondiloartritis”, subrayan.

Las espondiloartritis afectan fundamentalmente a la espalda y a las articulaciones. Suelen aparecer en personas jóvenes, entre la adolescencia y los 50 años. Imagen de DC Studio en Freepik.

 

Las espondiloartritis tienen un gran abanico de síntomas. Varios de ellos pueden coincidir en un solo enfermo, lo que acarrea consecuencias devastadoras para su calidad de vida si no se inicia un tratamiento adecuado.

En este sentido, el Colegio Americano de Reumatología (ACR, por sus siglas en inglés) manifiesta que los pacientes con espondiloartritis deben recibir fisioterapia y hacer ejercicios dirigidos a las articulaciones y a la columna, para favorecer su movilidad.
“Los medicamentos de primera línea para el alivio de los síntomas son los antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Para la inflamación localizada de las articulaciones, las inyecciones de corticosteroides en la articulación o en la vaina del tendón son rápidamente efectivas. Si los pacientes no responden, se pueden usar medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad para aliviar los síntomas y prevenir el daño articular”, expone esta entidad.

“Algunos miembros de una nueva clase de fármacos conocida como medicamentos biológicos son muy eficaces en el tratamiento de los síntomas de las espondiloartritis axial y periférica”, añade.

 

La artritis psoriásica es la enfermedad más frecuente entre las espondiloartritis de predominio periférico. Consiste en una inflamación de las articulaciones asociada a una enfermedad de la piel denominada psoriasis. Imagen de 8photo en Freepik.

“La espondiloartritis es una enfermedad compleja, con manifestaciones que van mucho más allá del aparato locomotor. Puede afectar a la piel, al intestino; pero también es reseñable el impacto que tiene en el estado emocional del paciente o cómo el dolor afecta a su día a día. Por eso, es fundamental abordarla desde un enfoque multidisciplinar, donde distintas especialidades trabajen de forma coordinada para ofrecer una atención integral que se adapte a la realidad de cada paciente”, subraya Álvaro García Martos, reumatólogo del Hospital Universitario del Tajo, situado en Aranjuez (centro de España).

De hecho, la atención multidisciplinar es uno de los pilares de la campaña `No te quedes de piedra´, una iniciativa de la compañía biofarmacéutica AbbVie, que pretende dar a conocer la realidad de las personas con espondiloartritis. Este proyecto se apoya en entrevistas en formato podcast y videopodcast, lideradas por el doctor Álvaro García Martos, y realizadas a diferentes expertos. En ellas se abordan temas como el dolor crónico o el impacto de estas enfermedades en la salud mental, entre otros.

En cuanto al dolor, los datos de la encuesta Impacto y abordaje de las espondiloartritis en España, realizada por la Coordinadora Española de Asociaciones de Espondiloartritis (CEADE), muestran que el 68% de los pacientes se resigna a vivir con dolor y más del 50% tiene dificultades para realizar tareas cotidianas. “Contar con un especialista en dolor permite abrir la conversación sobre un tema poco tratado en el día a día, pero que les preocupa profundamente”, señala el doctor García Martos.

La salud mental será otro de los ejes principales de la campaña, con contenidos específicos centrados en “proporcionar a los pacientes herramientas para ser capaces de pedir ayuda y gestionar no sólo el momento del diagnóstico, sino cualquier situación de su vida diaria que les preocupe”, destaca el facultativo.
Purificación León.
EFE-REPORTAJES

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