El bienestar psicológico, curiosamente, aumenta con la masa muscular, ya que cuando desarrollamos nuestra musculatura nos sentimos más felices y menos ansiosos alejándonos de la depresión, según estudios científicos recientes y la experiencia diaria de los expertos en entrenamiento físico.
Durante años, los estudios han evidenciado que el ejercicio es una de las maneras más eficaces para tratar una variedad de problemas de salud mental. Ahora, un análisis con un centenar de investigaciones previas, involucrando a más de 120.000 participantes, ha dejado este hecho más claro que nunca.
Este estudio, realizado por un equipo de científicos australianos (http://dx.doi.org/10.1136/bjsports-2022-106195) demostró que la actividad física debería ser un enfoque fundamental en el tratamiento de la depresión, la ansiedad y la angustia psicológica, debido a los beneficios que ofrece.
Es solo uno de los numerosos trabajos científicos que demuestran que el bienestar psicológico está directamente relacionado con el trabajo muscular, de acuerdo al ingeniero Alexander Pérez, inventor de una tecnología de musculación estética para crear y aumentar la masa muscular, mediante un traje electrónico que provoca contracciones en los seis grupos musculares principales.
EXPERIENCIA PERSONAL Y EVIDENCIA CIENTÍFICA.
“Quiénes nos dedicamos a la creación de músculo, siempre supimos que la depresión se reduce apenas comienzas a desarrollar tu cuerpo y aumentar la fuerza”, señala Pérez, de Wonder Medical (www.wonder.clinic).
Este especialista relaciona este fenómeno con el incremento de autoconfianza, que producen el desarrollo y la tonificación musculares, que se reflejan en tener un cuerpo musculoso y esbelto, algo que es positivo, no solo para los deportistas de élite, sino para cualquier persona”, asegura.
Asimismo existen otros mecanismos fisiológicos y efectos positivos relacionados con el desarrollo muscular, que inciden en que “cuando desarrollamos musculatura, nos sentimos más felices y también menos ansiosos”, según añade.
Pérez ha recopilado evidencia científica que incluye investigaciones de las universidades estadounidenses de Yale y Harvard, para respaldar la idea de que “una musculatura desarrollada, no solo está en la base de un régimen de vida sano, sino que además es clave para nuestra felicidad, y de que existe un vínculo directo entre ejercicio físico y bienestar psicológico”.
LOS CAMINOS DEL DESARROLLO MUSCULAR.
Asimismo señala que el desarrollo muscular puede conseguirse mediante el entrenamiento en gimnasio, la práctica de un deporte y la actividad física habitual, la cual ofrece múltiples y demostrados beneficios para la salud y la prevención de diversas enfermedades
Pero, cuando no se dispone de tiempo suficiente para entrenar, la musculatura también puede aumentarse y fortalecerse “utilizando sistemas tecnológicos basados en las emisiones electromagnéticas y en la estimulación neuromuscular, que fomentan el desarrollo de las fibras del músculo y la pérdida de grasa corporal, como complemento o sustituto del ejercicio físico”, según puntualiza.
Ambas modalidades de musculación, cada una en su medida y de diferentes maneras, pueden ser beneficiosas para la salud mental, de acuerdo a la experiencia de Alexander Pérez.
Este experto recalca que la clave para mejorar nuestro nivel de felicidad y nuestra salud, no es convertirse en un atleta profesional, sino disponer de veinte minutos de ejercicio cardiovascular para obtener la mayoría de estos efectos positivos, como explica también Gretchen Reynolds, autora de una popular columna en el New York Times y del libro “Los primeros 20 minutos”.
También se ha demostrado que el ejercicio mejora los patrones de sueño, reduce la ansiedad y es responsable de la creación de nuevas células cerebrales en la zona del aprendizaje y de la memoria, de acuerdo a los datos que maneja Alexander Pérez.
Los estados de felicidad y la práctica del ejercicio físico producen efectos similares en al menos dos aspectos, añade este especialista.
“Ambos refuerzan el sistema inmunológico y desencadenan la producción de endorfinas, sustancias producidas de forma natural en el encéfalo (órgano del sistema nervioso en el que se incluye al cerebro), que bloquean la sensación de dolor y están relacionadas con las respuestas emocionales placenteras”, según Pérez.
“Además, tanto el trabajo muscular como la felicidad, conducen a una mayor producción de anticuerpos, que son un tipo especial de proteína producida por el sistema inmunitario, es decir, las defensas orgánicas, el cual se encarga de combatir y destruir las bacterias, virus o cualquier otro agente invasor que resulte nocivo para el organismo”, concluye este especialista.
Rocío Gaia.
EFE – Reportajes