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Todos tenemos un talento especial, ¿cuál es el suyo…? . Foto: Creativeart-Freepik.

“Si no sabes para qué sirves, tu vacío existencial es ensordecedor e insustituible. Para descubrirlo empiezas a buscar fuera, cuando en realidad todo está dentro de ti. Para llenar ese vacío necesitas encontrar el talento que te hace único y que le da un sentido a tu vida”, señala Tony Estruch, especialista en crecimiento personal.

“Cuando Izan decide abandonar su casa para huir de un destino que no ha elegido, no imagina que su aventura se convertirá en un viaje lleno de enseñanzas que lo llevarán a descubrir su misión en la vida” cuenta una vieja historia.

“A partir de su encuentro con un misterioso peregrino que le entregará un documento denominado ‘Mapa del Geniotipo’, Izan conocerá a nueve maestros que le enseñarán distintos tipos de genialidad para llegar a responder a uno de los grandes interrogantes humanos: “¿para qué he venido a este mundo”, prosigue el relato.

La historia del joven Izan, el hijo de un minero y habitante de un país de Asia Central, que acaba de cumplir 14 años de edad y cuya vida se halla en una encrucijada debido a la exigencia paterna de que deje los estudios y comience a trabajar en una mina, es el vehículo literario elegido por Tony Estruch, creador del Método del Geniotipo, para abordar un faceta clave del crecimiento personal: nuestros talento y propósito vital.

La historia del joven Izan, que Estruch narra en su libro ‘¿Para qué he venido a este mundo?, es un fábula literaria: un relato breve y ficticio con intención didáctica, a través del cual el autor  traslada al lector una serie de conceptos, enseñanzas y herramientas “para ayudarle a encontrar y potenciar su talento innato y a descubrir el sentido de la vida”, según explica.

Joven pensativa reclinada en asiento en actitud relajada. Foto: Polina Zimmerman- Pexels.

Este libro puede considerarse una explicación fabulada de la Teoría de los Geniotipos, creada por Estruch (https://tonyestruch.com), que parte de la base de que todas las personas tienen un talento innato que las hace “geniales en algo” y les permite destacar en determinada ocupación, donde pueda desplegar su aptitud, don o inteligencia especial.

El autor ha identificado nueve categorías de genialidad en las que pueden encajar las personas y ha ideado un método, que incluye el denominado ‘Mapa del Geniotipo’ (el mismo mapa que un peregrino el entrega al Izan de la fábula), para descubrir  qué clase de genialidad posee cada uno de nosotros en particular, y cómo aprovecharla, para tener una vida feliz, plena y saludable.

El talento personal que nos hace especiales.

“Amar lo que hacemos es el secreto para conseguir grandes logros en la vida, y para ello es necesario que conozcamos cuál es nuestra pasión y nuestro genio; que descubramos y potenciemos ese don especial que nos hace únicos, para desplegar nuestro talento y ofrecerlo al mundo”  señala Estruch.

Ese camino de búsqueda y aplicación de nuestro talento innato y nuestro propósito vital nos plantea desafíos, según explica.

Por ejemplo, todos los seres humanos nos enfrentamos antes o después a uno de estos dos dolores: “a asumir el dolor de no ser tú mismo para complacer a los demás, o a aceptar el dolor de ser tú mismo y de que algunas personas queridas se alejen de ti, o incluso te rechacen, porque no aprueban tus decisiones vitales”, apunta.

Si una persona toma la decisión de llevar una vida acorde a su talento innato y a su propósito vital, podría experimentar el segundo de los dos dolores descritos anteriormente.

Tony Estruch, creador de la Teoría de los Geniotipos. Foto: CRISTINA MARTIN, facilitada por Bibiana Ripol Comunicación.

Uno de los desafíos que plantea el hecho de reconocer tu talento consiste en saber qué hacer con esta aptitud especial. Muchas de las personas que asisten a las consultas o a los talleres de ‘Geniotipos’ de Estruch le preguntan “¿y ahora qué? ¿Cómo lo pongo en práctica? ¿Mi talento está ligado a mi propósito?”, asegura Estruch.

Respuestas a preguntas existenciales.

Señala que escribió la fábula de Izán con la idea de acompañar a las personas a poner luz sobre esas y muchas otras preguntas existenciales que les surgen a quienes intentan mejorar su vida.

Explica que “un estudio de la NASA muestra que la mayoría de los humanos nacemos como genios creativos, pero que, a medida que crecemos vamos perdiendo esa creatividad, y solo el 2% de nosotros la conserva a partir de los 18 años. La propia NASA responsabiliza al sistema educativo de este declive”.

“Si no sabes para qué sirves, el vacío existencial es ensordecedor e insustituible. Entonces empiezas a “buscarte” a ti mismo fuera de ti, sin que encuentres nada que te pueda llenar, porque todo lo que te llena está en ti”, puntualiza.

Para sacar a la luz ese talento especial que todos tenemos, “lo primero que hay que hacer es atender nuestro vacío vital”, señala.

Joven sonriente en un momento ocurrente y creativo. Foto: Seva Levytskyi/Cookie Studio Freepik.

Los mensajes del vacío vital.

“Si no tienes ese vacío vital, significa que ‘estás en tu elemento’, es decir en una situación que está acorde a tu talento. Pero si sientes que hay un vacío en tu vida y te preguntas para qué has venido a este mundo, eso significa que algo no está en coherencia con tu talento”, explica.

“A partir de ese punto, tienes que empezar a hacer aquellas cosas que te aporten paz y felicidad. Puede que lo que a ti te aporta felicidad, no sea compartido o entendido por otras personas de tu entorno. Pero tú tienes la responsabilidad de ser la persona elegida para crear tu vida. ¡Haz lo que te haga feliz!” destaca.

“El talento está en ti desde el día que naces hasta el día que mueres. Siempre estarás a tiempo de usarlo y descubrirlo. Cervantes escribió El Quijote con 60 años de aquella época. ¿Te imaginas que él hubiese renunciado a su talento por no haberlo descubierto en su juventud?” reflexiona Estruch.

En lo que respecta a cómo una persona puede descubrir su propósito vital, Estruch señala que “en primer lugar, la persona debe sentir que, si todo aquello que se propone hacer acaba bloqueándose o no saliendo a flote, es porque está yendo en contra de lo que es su propósito vital”.

Portada del libro ¿Para qué he venido a este mundo?. Foto: Ediciones Urano.

“El propósito vital no es algo que requiera de un esfuerzo sobrehumano, sino que tiene que ser algo que nos resulte amable”, según este autor.

“Debes empezar a observar que, al igual que hay proyectos que se bloquean y no sabes por qué, también hay iniciativas que surgen sin un motivo claro. Focaliza y presta atención a esas cosas, porque te dan indicios de lo que puede ser tu propósito”.

“Empieza a realizar acciones que te aporten paz, te hagan fluir y te provoquen la sensación de que el tiempo desaparece. Ese estado de ‘flow’, de fluidez, es la mayor señal de que estás utilizando tu habilidad de forma correcta y beneficiosa para tu propósito vital”.

“Si emprendes un viaje como el que hace Izan, te llevará a descubrir cosas que para ti son desconocidas, pero que harán que te conozcas a ti mismo más y mejor”, concluye Estruch. Por: Daniel Galilea. Imágenes: EFE

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