
La líder opositora venezolana María Corina Machado recibió este viernes una llamada que cambiará para siempre su lugar en la historia: el Comité Noruego del Nobel le anunció que había sido galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025, derrotando a nominados de alto perfil como el presidente de Estados Unidos Donald Trump, quien se autonominó públicamente. Convirtiéndose en la primera ciudadana venezolana en recibir este reconocimiento, Machado, desde la clandestinidad donde permanece desde agosto de 2024 por razones de seguridad, reaccionó con una frase breve pero contundente: “Estoy en shock”. En un video compartido por el Comité Nobel, se escucha su voz temblorosa: “No tengo palabras”, mientras el director del Instituto Noruego Nobel, Kristian Berg Harpviken, le daba la noticia minutos antes del anuncio oficial.
El Comité Nobel justificó su decisión por su incansable trabajo en la promoción de los derechos democráticos para el pueblo de Venezuela y por su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia. “María Corina Machado es un ejemplo extraordinario de coraje civil en América Latina en tiempos recientes”, destacó el Comité en su comunicado oficial. “Ha unido a la oposición de su país. Nunca ha vacilado en resistir la militarización de la sociedad venezolana. […] Ha demostrado que las herramientas de la democracia también son las herramientas de la paz”. A pesar de haber sido inhabilitada políticamente en enero de 2024 por el régimen de Nicolás Maduro —tras una decisión inicial en junio de 2023—, Machado lideró la campaña presidencial de Edmundo González, enfrentando persecuciones, arrestos de colaboradores y amenazas directas.
Su papel fue clave para articular una oposición unificada, con una estrategia cívica que trascendió partidos y fronteras. El Instituto Nobel destacó que nunca ha vacilado en resistirse a la militarización de la sociedad venezolana y que su decisión de permanecer en el país, aún bajo riesgo, ha inspirado a millones de personas. “Encarna la esperanza de un futuro diferente, uno donde los derechos fundamentales de los ciudadanos estén protegidos y sus voces sean escuchadas”, añadió el Comité.
María Corina Machado Parisca nació el 7 de octubre de 1967 en Caracas, Venezuela. Ingeniera industrial egresada de la Universidad Católica Andrés Bello, se especializó en Finanzas en el Instituto de Estudios Superiores de Administración. Antes de dedicarse a la política, desarrolló una carrera empresarial que moldeó su visión liberal de la economía.
Fundó en 2002 la organización civil Súmate, que promovió el referéndum revocatorio contra Hugo Chávez en 2004. Desde entonces, ha sido una figura central en la oposición venezolana, fundadora del movimiento Vente Venezuela en 2012 y miembro de la plataforma Soy Venezuela. Elegida diputada a la Asamblea Nacional en 2011 con un récord de votos, fue expulsada en 2014 por denunciar violaciones a los derechos humanos. Estuvo casada con el empresario Ricardo Sosa Branger entre 1990 y 2001, con quien tiene tres hijos —incluyendo a su hija mayor, Ana Corina, quien la acompaña en la clandestinidad—, quienes viven fuera del país por razones de seguridad. Actualmente mantiene una relación con el abogado Gerardo Fernández.
Este año, el Comité Nobel recibió 338 candidaturas —244 individuos y 94 organizaciones—, entre ellas el Papa Francisco, el exsecretario general de la OTAN Jens Stoltenberg y el presidente de Estados Unidos Donald Trump, quien se autonominó públicamente. Trump argumentó que merecía el Nobel por “haber logrado acuerdos de paz históricos en Medio Oriente, como los Acuerdos de Abraham, y por evitar guerras durante mi mandato”. En sus palabras: “Nadie ha hecho más por la paz mundial que yo. Merezco ese premio más que nadie”.
A pesar de una campaña pública respaldada por aliados como el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y nominaciones de líderes de Pakistán e Israel —aunque muchas llegaron después del plazo de enero—, el Comité optó por reconocer una lucha pacífica desde la sociedad civil, en un contexto de represión y crisis humanitaria.
El portavoz de la Casa Blanca, Steven Cheung, reaccionó en X: “El Comité Nobel demostró que priorizan la política sobre la paz”, añadiendo que Trump “continuará haciendo acuerdos de paz, terminando guerras y salvando vidas”. El Comité, por su parte, evitó comentarios directos, pero su presidente, Jørgen Watne Frydnes, enfatizó: “Nuestro rol es otorgar el premio de la paz, no dictar a otros países qué hacer”.
El presidente electo Edmundo González calificó el premio como un “merecidísimo reconocimiento que tiene en cuenta la larga lucha de una mujer y de todo un pueblo por nuestra libertad y democracia. ¡El primer Nobel de Venezuela! ¡Venezuela será libre!”. Líderes como el expresidente argentino Mauricio Macri, quien tuiteó: “María Corina es un faro de esperanza para todos los que luchamos por la democracia en América Latina”; el líder alemán Friedrich Merz: “Su valentía inspira al mundo libre”; y el alto representante de la UE Josep Borrell: “Este premio subraya el costo humano de la represión en Venezuela y la necesidad de una transición pacífica”, también celebraron el galardón, destacando la valentía individual de Machado y su impacto global. En un tuit posterior al anuncio, la propia Machado dedicó el premio: “Este inmenso reconocimiento a la lucha de todos los venezolanos es un impulso para concluir nuestra tarea: conquistar la Libertad. Estamos en el umbral de la victoria y hoy más que nunca contamos con el Presidente Trump, el pueblo de los Estados Unidos, los pueblos de América Latina y las naciones democráticas del mundo como nuestros principales aliados para lograr la Libertad y la democracia. Venezuela será libre”.
La ceremonia de entrega se realizará el 10 de diciembre de 2025 en Oslo, Noruega. Machado, aún en la clandestinidad, no ha confirmado si podrá asistir. Frydnes admitió: “Es una cuestión de seguridad. Es demasiado pronto para decirlo. Siempre esperamos tener al laureado con nosotros en Oslo, pero esta es una situación de seguridad seria que debe manejarse primero”. El premio, valorado en 11 millones de coronas suecas (aproximadamente 1,2 millones de dólares), no solo honra a Machado, sino que revitaliza la causa venezolana en un momento crítico, con protestas postelectorales y una crisis humanitaria que ha desplazado a millones.
Fuente: Agencia México