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Ana Mariscal y Alfred Hitchcock, en la función de la película ‘Vértigo’, dentro del VI Festival Internacional de Cine de San Sebastián.

Han pasado 125 desde el nacimiento de Alfred Hitchcock, y aunque han pasado décadas desde su muerte en 1980, su influencia en el cine continúa siendo sempiterna. Su capacidad para ejecutar tramas complejas, su dominio del suspenso y su impacto duradero en la cultura popular lo consolidan como uno de los grandes maestros del séptimo arte.

Nacido en Leytonstone, Inglaterra, en 1899, Alfred Hitchcock comenzó su carrera en la industria cinematográfica como diseñador de tarjetas de título para películas mudas. Sin embargo, su talento innato para el cine pronto lo llevó a dirigir y, finalmente, a convertirse en una de las figuras más reverenciadas de Hollywood.

Su estilo único, su meticulosa atención al detalle y su habilidad para manipular la tensión y el suspenso en la pantalla lo convirtieron en una leyenda en su propio tiempo, con una filmografía que incluye clásicos como ‘Psicosis’ (1960), ‘Vértigo’ (1958), ‘Con la muerte en los talones’ (1959) y ‘Los pájaros’ (1963).

En una época en la que los directores rara vez eran reconocidos por el público en general, Hitchcock fue una excepción. Su rostro apareció en los carteles de sus películas, y su nombre se utilizó como un gancho de marketing, algo casi inédito en la década de 1940.

Técnicas que transformaron el género

Hitchcock se destacó por su habilidad para crear tensión en el cine, una destreza que se manifiesta claramente en sus películas más icónicas. La escena de la ducha en ‘Psicosis’ es un ejemplo notable de su enfoque innovador. Rodada en blanco y negro para mitigar el impacto visual de la sangre, esta secuencia de 45 segundos requirió una semana completa de filmación y más de 70 ángulos de cámara distintos.

En ‘Vértigo’, Hitchcock también dejó su huella con la famosa secuencia de la torre. En esta escena, James Stewart observa desde lo alto de una torre mientras una mujer, Kim Novak, cae al vacío. Hitchcock utilizó un innovador efecto de cámara conocido como el “zoom-dolly” para transmitir la sensación de vértigo, un truco visual para crear una distorsión del espacio que simula el mareo.

En ‘Rebeca’, durante una de las escenas más memorables, la nueva señora de Winter, interpretada por Joan Fontaine, explora el vasto y oscuro hogar de Manderley, donde los ecos del pasado parecen cobrar vida gracias a la habilidad de Hitchcock para jugar con la iluminación y el diseño de producción en estas secuencias, que contribuye a una sensación de inquietud constante.

Alfred Hitchcock en un barco en Cannes antes en 1972

                              La impronta de Hitchcock en el cine actual

Directores contemporáneos, como Martin Scorsese, Steven Spielberg, David Fincher y Brian De Palma, han integrado y reinterpretado las técnicas de Hitchcock en sus propios trabajos. Martin Scorsese ha elogiado ‘Vértigo’ como una fuente crucial de inspiración, especialmente en cómo la manipulación psicológica del suspense se refleja en ‘Shutter Island’. Steven Spielberg, influenciado por la maestría de Hitchcock en la creación de tensión, utilizó un enfoque similar en ‘Tiburón’, destacando la construcción gradual del miedo.

También, David Fincher, conocido por sus oscuros thrillers, ha capturado el estilo de Hitchcock en ‘Seven’ y ‘Perdida’, mientras que Brian De Palma, quizás el más explícito en su homenaje a Hitchcock, ha realizado tributos a la estética del maestro en ‘Vestida para matar’ y ‘Cuerpo doble’.

A pesar de su innegable influencia en la industria cinematográfica, Hitchcock nunca ganó un Oscar competitivo, lo cual sigue siendo una de las mayores omisiones en la historia de la Academia. A lo largo de su carrera, recibió cinco nominaciones al Oscar a Mejor Director por películas como ‘Psicosis’ y ‘Rebeca’, pero sólo se llevó a casa el Premio Irving G. Thalberg en 1967, un reconocimiento honorífico a su contribución al cine.

En festivales internacionales, Hitchcock fue igualmente aclamado, recibiendo premios como el Globo de Oro a la Mejor Película Extranjera por ‘Psicosis’ y el León de Oro honorífico en el Festival de Cine de Venecia en 1955. Además, en 1972 fue galardonado con el Premio Cecil B. DeMille en los Globos de Oro por su carrera y, en 1979, recibió el Premio a la Trayectoria del American Film Institute (AFI).

                                               El hombre detrás del maestro

La vida privada de Hitchcock fue tan compleja como sus películas. Casado con Alma Reville desde 1926 hasta su muerte en 1982, Alma no solo fue su compañera de vida, sino también una colaboradora fundamental en sus proyectos cinematográficos. Su relación fue una  colaboración mutua y respeto, con Alma desempeñando un papel crucial en la edición y desarrollo de guiones.

Hitchcock era conocido por su personalidad enigmática y su estilo directo. A menudo era descrito como reservado y meticuloso, con una capacidad para infundir miedo en sus actores para lograr actuaciones intensas. Su trato a las actrices, en particular, ha sido objeto de controversia; se ha documentado que su estilo de dirección podía ser extremadamente exigente y, en algunos casos, cruzaba los límites de lo profesional.

Entre sus musas más frecuentes se encuentran Joan Fontaine, quien protagonizó ‘Rebeca’ y ‘Suspense’; Grace Kelly, que dejó una marca imborrable en ‘La ventana indiscreta’, ‘Crimen perfecto’ y ‘Atrapar a un ladrón’; Kim Novak, con su destacada participación en ‘Vértigo’; y Tippi Hedren, cuya experiencia en ‘Los pájaros’ se convirtió en una de las más intensas de su carrera.

Alfred Hitchcock durante el rodaje de Los pájaros, una de sus películas más inquietantes.

Cada una de estas mujeres jugó un papel clave en las obras maestras de Hitchcock, convirtiéndose en símbolos de su estilo y técnica cinematográfica. A pesar de la tensa relación con ella durante algunos momentos de los rodajes, varias de ellas ofrecieron su perspectiva sobre su colaboración con el director británico.

Grace Kelly comentó en una entrevista sobre ‘La ventana indiscreta’ a The New York Times: “Trabajar con Hitchcock era como estar en el centro de un intrincado juego de ajedrez. Cada movimiento estaba calculado para mantenerte en tensión y nunca sabías qué esperar”. Kim Novak reflejó: “Hitchcock tenía una visión muy clara, y aunque a veces era intimidante, su dirección siempre estaba orientada a extraer lo mejor de ti como actriz”.

Por su parte, Joan Fontaine, recordando su experiencia en Rebeca, afirmó: “Hitchcock tenía una manera única de hacerte sentir insegura, y eso, en parte, era lo que hacía que su dirección fuera tan efectiva”. Y Tippi Hedren, rememoró sobre el rodaje de ‘Los pájaros’: “Hitchcock era muy exigente, y sus métodos podían ser brutales. Pero no se puede negar que su habilidad para crear tensión y suspense era inigualable”.

Alfred Hitchcock es celebrado no sólo por su genio cinematográfico, sino también por el complejo legado que dejó tanto en la pantalla como fuera de ella. A pesar de su estilo meticuloso y a veces controvertido, Hitchcock logró capturar la esencia del suspense de manera única, transformando el cine con técnicas que aún hoy se consideran innovadoras. En el cruce entre la genialidad y la controversia, Hitchcock sigue siendo una figura esencial en la historia del cine, dejando una huella imborrable en la imaginación de generaciones de espectadores. Información e imágenes: Efe

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