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Vista del Palacio Condal, desde el Castillo viejo. Oropesa (Toledo). (Foto: Amalia González/EFE)

Con menos de 3.000 habitantes censados sorprende que Oropesa sea un lugar con gran afluencia turística y que reciba tantas visitas al año. Su patrimonio está perfectamente conservado y coloca a la provincia de Toledo en uno de los grandes clasificados de la Península Ibérica.

Vista panorámica de Oropesa, al noroeste de Toledo, bella villa medieval y parada obligatoria en la antigua ruta de la plata, camino hacia Extremadura (Foto cecida)

Cualquier apasionado de la historia de España debería conocer esta bella villa, situada en un cruce de caminos, a caballo entre Plasencia y Talavera de la Reina, próximo al espectacular Valle del Jérter, Zafra, Jaraiz de la Vera y del monasterio de Yuste, que el emperador Carlos V mandó construir para retirarse y poder morir alejado del bullicio de la corte.

Vista de Oropesa (Toledo), desde una ventana del Parador Nacional, antiguo Palacio de los Condes de Oropoesa. (Foto: Amalia González EFE)

Con una ruta monumental, el recorrido para conocer una tierra que fue escenario de conquista, reconquista, leyenda y alguna que otra conspiración.

De origen no muy seguro como tantos otros castillos peninsulares, las primeras noticia ciertas del castillo de Oropesa (al oeste de la provincia de Toledo, lindado con Extremadura) son del reinado de Alfonso X El Sabio, allá por el siglo XIII. Otros apuntan que su nombre puede provenir de un capitán egipcio Oróspedo Aránculo quien fundaría la ciudad hacia el 1.700 a.C. enamorado del sitio.

Ayuntamiento de Oropesa, villa de menos de 3.000 habitantes, situada al oeste de Toledo. (Foto cedida)

Lo cierto es que conquistada por los romanos, luego por los musulmanes y reconquistada por los Cristianos en el siglo XI, aparece citada por primera vez en un documento en 1277 cuando Alfonso X manda a Pedro Martínez que entre en Oropesa y obligue a restituir a los que habían entrado en desorden.

Casa del antiguo boticario y coleccionista de antigüedades, Platón Páramo, quien contribuyó a que el Palacio Ducal se restaurara y conservara convertido en Parador nacional. Su hija Adela fue la primera directora. (Foto:Amalia González)

En 1366 Enrique II le concedió el señorío de esta villa a García Álvarez de Toledo, como moneda de cambio a su renuncia del maestrazgo de la Orden de Santiago y por otros servicios prestados como era costumbre. Su descendiente, Francisco Álvarez de Toledo fue el primer conde de Oropesa, nombrado por la reina Isabel de Castilla.
Castillo medieval

En la villa medieval de Oropesa, cerca de Talavera de la Reina y de Puente del Arzobispo, la cerámica ha sido siempre su principal elemento decorativo. En este banco de su plaza principal, lucen los nombres (y las fechas) de todos los CONDES DE OROPESA habidos, desde el primero, Francisco de Toledo, V virrey de Perú. (Foto:Amalia González)

El castillo es la principal parada al llegar a Oropesa. Construido en 1402, se encuentra en perfecto estado de conservación y podemos recorrerlo al completo e incluso subir a cada una de sus torres. Aquí, además de tener algunas de las mejores vistas del municipio, también podremos conocer de la historia del complejo gracias a los itinerarios explicativos, totalmente exento de esos miles de cartelitos innecesarios por obvios y vallas actuales que acumulan en exceso la mayoría de nuestros monumentos afeando el entorno. Pues bien aquí todo va en hierro forjado, madera imitando ser centenarias o pergaminos, con dibujos de la época que confecciona con tanta paciencia como esmero su encargado y vecino de Oropesa, José, que durante los más de 30 años lleva conservándolo.

Fiesta Medieval durante las Jornadas medievales celebradas en el mes de abril en Oropesa. Toledo. (Foto: Ayuntamiento de Oropesa)

No formaba parte de su cometido -nos dice- pero él por iniciativa propia ha ido confeccionado en estos largos años de dedicación, carteles, rejas, ventanas, y arreglado todo tipo de piezas.., con este estupendo resultado que se nota allá donde uno mire, con la misma pasión que ya despertaron sus piedras cuando de niño cuando correteaba entre sus rampas y muros, recreando una historia imaginada.

La fortaleza que hoy vemos fue realizada en su mayoría durante las luchas nobiliarias de los siglos XIV y XV y lo más destacado, como la magnífica torre del Homenajes, es obra de la familia Álvarez de Toledo, condes de Oropesa, en la segunda mitad del siglo XIV. Parece que la parte más antigua, en la zona nordeste, pudiera ser anterior.

Capilla de San Bernardo, levantada en 1605 bajo los planos de Francisco de Mora para servir de enterramiento del primer conde de Oropesa, D. Francisco de Toledo, el más importante Virrey del Perú. Su escultura preside el acceso a su regia puerta herrerariana. (Foto: Amalia González/EFE)

El conjunto, formado por dos conjuntos monumentales: el llamado Castillo Viejo una antigua fortaleza árabe conocida como Castillo Viejo, de estilo gótico mudéjar y el Palacio Nuevo que es lo que es lo que levantaron después los condes de Oropesa, es decir el Palacio Condal del siglo XV, de arquitectura renacentista, lugar de residencia de la familia Álvarez de Toledo durante años y que ahora formar parte de los Paradores Nacionales con mayor interés cultural. Completa, el conjunto, con una torre octogonal de influencia italiana conocida como el Peinador de la Duquesa.

Oropesa, Toledo. Destalle de un balcón de la Plaza del Navarro (antigua plaza de España, República y Alfonso XII) con cerámica típica de la zona: Oropesa, Puente del Arzobispo y Talavera de la Reina. (Foto: Amalia González. EFE)

Palacio renacentista, hoy Parador Nacional

Este palacio, acomodado en los siglos XVI y XVII por los Condes de Oropesa para servirles de residencia en torno a al primer patio de Armas, es ahora Parador Nacional de Oropesa, uno de los más interesantes de la red de paradores nacionales por su interés histórico.

Buena parte del mérito de la apertura del Parador hay que atribuírselo a Platón Páramo, vecino y boticario de la localidad hombre culto e inquieto que fue gobernador civil de Santander y coleccionista de antigüedades y gran impulsor del turismo de la zona. Páramo fue quien solicitó y con éxito la construcción del primer Parador en Oropesa, aunque no lo vería acabado, al fallecer unos meses antes de su apretura.

Placa conmemorativa en la entrada de la Capilla de San Bernardo, levantada para enterrar a D. Francisco de Toledo, V Conde de Oropesa y Virrey del Perú (Oropesa 1515-, 1582).
(Foto:Amalia González/EFE)

Muchas de las antigüedades, tapices y lienzos que adornan estos salones y muchos otros rincones pertenecían a su colección privada. Su hija Adela, continuó con la labor coleccionista del padre y también fue la primera directora del parador puesto que desempeñó durante 35 años. Las últimas restauraciones ya en el siglo XX en primer lugar cuando se instaló el Parador y se declaró al conjunto Monumento Nacional en 1926, y más recientemente las que realizó la Escuela Taller del Ayuntamiento.

Castillo de la villa condal de Oropesa, al oeste de la provincia de Toledo. Foto: Amalia González

Recorriendo su interior ataviados con todos los tipos de armadura que podamos imaginar y demás ambientación medieval, es un sitio que merece la pena descubrir detenidamente disfrutando siempre. Señalada mediante azulejos en los que podemos leer la historia y el significado de cada una de sus partes, puede que sea una bonita manera de conocer lo que tenemos delante.

Capilla San Bernardo para enterrar a Francisco de Toledo

Placa conmemorativa en la entrada de la Capilla de San Bernardo, levantada para enterrar a D. Francisco de Toledo, V Conde de Oropesa y Virrey del Perú (Oropesa 1515-, 1582).
(Foto:Amalia González/EFE)

Después del Castillo y del Palacio de los Condes de Oropesa, la Iglesia, o Capilla de San Bernardo, es por su majestuosidad uno de los edificios más bellos de Oropesa. Su pretensión fue la de servir de enterramiento del Don Francisco de Toledo, primer Conde de Oropesa y V Virrey del Perú, pero con el tiempo se convirtió en lugar de culto.

Construida en 1605 con planos del arquitecto renacentista Francisco de Mora, uno de los máximos representantes de arquitectura herreriana, (que trabajó con el maestro, Juan de Herrera en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial y en la reconstrucción del antiguo castillo-Alcázar de Segovia) su obra anticipa al barroco español, propio del s. XVII.

El edificio, realizado en piedra de sillar, se levanta junto al Colegio Universitario de los Jesuitas, inaugurado años antes, al que está unido por una amplia nave con puerta de acceso ante una lonja de entrada situada a la llegada del mayestático templo que cuenta con una sencilla portada herreriana con heráldica de los Condes de Oropesa.

 

¿Pero quién fue Don Francisco de Toledo? Para los investigadores de la historia, historiadores fue el más importante de los virreyes del Perú y ha sido destacado como el “supremo organizador” del que era un inmenso virreinato. Le dio una adecuada estructura legal, afianzando importantes instituciones indianas, en torno a las cuales giró la administración del país durante nada menos que doscientos años.

Vista general del antiguo palacio de los condes de Oropesa, ahora Parador Nacional de Turismo. (Foto: Amalia González/EFE)

Otros opinan, sobre conocimientos parciales y descontextualizados a menudo sin ningún rigor histórico que fue un tirano explotador de los nativos por haberlos tratado de forma exagerada (con mirada actual, no del siglo s.XV) al conservar la mita minera del Imperio Inca, pero tergiversando su sentido original, incluso por ordenar la ejecución del último inca de Vilcabamba, Túpac Amaru I….

Jornadas medievales con ‘rescate a la princesa’

Las Jornadas Medievales son una serie de actividades lúdicas que se celebran con motivo de la conmemoración del otorgamiento a la villa, por parte de Alfonso XI, del privilegio de celebrar un mercado durante el mes de abril. Y es en abril cuando, durante tres días, las calles se llenan de puestos, actuaciones, pasacalles, competiciones, exhibiciones, torneos a caballo, música y danza… De entre todos, el acto más concurrido es el ‘rescate de la Princesa’.

Vista exterior del Castillo de Oropesa (Toledo), con sus dos torreones cuadrados, gótico-mudéjar e interior del Patio de Armas. (Foto: Amalia González/ EFE)

Con el castillo como epicentro, las actividades se reparten por diversas localizaciones: la plaza del Navarro (antes Plaza de España, Plaza de la Constitución, Plaza de Alfonso XII), la capilla de San Bernardo, los jardines del Virrey, la plaza de la iglesia, o los jardines del Parador, entre otras.

Soportales, porche y atrio que dan acceso al Palacio Condal, antigua residencia del primer Conde de Oropesa, D. Francisco de Toledo y V virrey del Perú.

Y no faltan los acróbatas, malabaristas, duendes y bufones se mezclan con los visitantes y vecinos, todos vestidos de acuerdo a la época. Más de 30.000 personas visitan la villa para disfrutar de estas jornadas. En algunas representaciones es necesario presentar la moneda conmemorativa de las jornadas.
Amalia González Manjavacas
EFE REPORTJAES

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