Roma, 10 jul (EFE).- El Coliseo de Roma, escenario de los violentos combates de gladiadores y otros espectáculos de la sociedad romana, vuelve a desatar pasiones, esta vez a luz de la luna: paseos arqueológicos, grandes clásicos del cine y debates literarios se ofrecen a paseantes, turistas y curiosos en las calurosas noches del verano romano.
“En la noche, en la oscuridad, el Coliseo sugiere visiones muy particulares a los visitantes”, asegura a EFE Alfonsina Russo, directora del Parque Arqueológico de uno de los monumentos más visitados de la Ciudad Eterna, por el que pasan cada día decenas de miles de personas.
En el interior del anfiteatro Flavio, el mayor del mundo, y mientras el sol se esconde tras las lomas del Monte Palatino Russo no tiene dudas: “Es mejor ver el Coliseo a la luz de la luna”.
El Coliseo, a la luz de la luna
Cuando llega el verano, el mayor símbolo de Roma, inaugurado en el 80 d.C., abre sus puertas también en horario nocturno, con visitas guiadas entre las 20.30 (18.30 GMT) y las 00.00 (22.00 GMT) para mostrar todos sus entresijos desde una perspectiva doble: la de los gladiadores y la del público.
Lo reducido de estas visitas, con grupos de no más de 25 personas, permite a los visitantes disfrutar de este colosal anfiteatro prácticamente vacío, al contrario que durante el día, cuando rebosa de turistas, lo que crea al anochecer un ambiente idílico para sumergirse en la historia del recinto.
Partiendo del punto de vista del público de la Antigua Roma que acudía a ver los espectáculos, la visita se inicia en el interior del Coliseo, para que después los visitantes se pongan en la piel de los gladiadores desde la reconstrucción de la ‘arena’, el óvalo central donde se desarrollaban los combates.
“Y luego descienden a los subterráneos, que representaban el corazón del anfiteatro, donde se realizaban todas las actividades preparatorias de los gladiadores”, señala Russo sobre un enorme laberinto de túneles y elevadores desde el que se subían al ‘ruedo’ animales, estructuras y objetos.
Allí se encuentra una muestra convertida en permanente con reconstrucciones de las vestimentas, armas y utensilios que los gladiadores utilizaban durante las peleas, y que están basadas en grabados, mosaicos y pinturas de la época, que podrá recorrerse antes de salir por la Puerta Triunfalis.
Cine a los pies del Palatino
Al caer la noche, y también a los pies del Palatino, el Coliseo se convierte un cine al aire libre, con una gran pantalla en el templo de Venus, una enorme explanada delimitada por las columnas del que fue el mayor santuario de la Antigua Roma en plenos Foros, entre la Basílica de Majencio y el anfiteatro declarado patrimonio de la Humanidad.
Con gran popularidad entre romanos y ante la sorpresa de los turistas, embobados por la espectacularidad que rodea la proyección, unas 15.000 personas lo visitaron de media en los dos años anteriores.
Se trata del programa “Quo Vadis”, lanzado por los responsables de este yacimiento arqueológico y la Cineteca Nacional y que incluye en su programa, hasta el 17 de julio, diez grandes filmes en los que Roma está muy presente.
Con el propio Coliseo, pero también los Foros Romanos y el Arco de Constantino como ‘atrezzo’ en esta imponentee sala de cine, los espectadores podrán disfrutar gratuitamente de títulos como ‘Gladiator’ (2000), ‘Vacanze romane’ (1953) y ‘La grande bellezza’ (2013).
“Es muy interesante tener esto justo frente al Coliseo. Creo que es el mejor lugar para ver una película”, explica a EFE Abé, un espectador de la India de vacaciones en Roma.
Pero el cine al aire libre en verano no solo tiene lugar junto al Foro Romano: barrios como el Trastevere o el parque del Monte Ciocci, una de las atalayas con mejores vistas sobre la capital de Italia, acogen desde hace una década la iniciativa “Cinema in piazza” (cine en laplaza).
En esta variada oferta cultural vespertina que tanto atrae a los romanos también cabe la literatura: el Festival ‘Esta es la historia’ reúne estos días en el Palatino, y hasta el 16 de julio, a numerosos escritores italianos internacionales que recitan sus textos entre juegos de luces y música en vivo.
La invitada de este año es la española Alicia Giménez Bartlett, creadora en 1996 de la serie de novela negra que protagoniza la inspectora Petra Delicado, además del irlandés Paul Lynch, ganador del Booker 2023, y el estadounidense Peter Cameron.
Miguel Salvatierra
EFE