Un toque contemporáneo y atrevido

La Semana de la Moda de Nueva York se vistió de glamour y sofisticación con el esperado regreso de Calvin Klein a la pasarela. La presentación, que tuvo lugar en la elegante Brant Foundation en Manhattan, no solo celebró la creatividad de la icónica casa estadounidense, sino que también reunió a un espectacular elenco de celebridades que marcaron tendencia desde la primera fila.
Bajo la dirección creativa de Veronica Leoni, la colección primavera/verano 2026 se destacó por un minimalismo sensual que combina la sobriedad característica de Calvin Klein con un toque contemporáneo y atrevido. Las siluetas estructuradas se mezclaron con detalles delicados: blazers entallados, vestidos con tirantes finos y reinterpretaciones de la icónica banda de la marca, que apareció en piezas clave, aportando un aire fresco y reconocible a cada look. El desfile fue una fusión perfecta entre elegancia atemporal y modernidad, mostrando cómo la marca sigue evolucionando sin perder su esencia.
Sofisticado y brillante
Entre los asistentes, Lily Collins, Emily Ratajkowski y Naomi Watts acapararon todas las miradas. Lily Collins regresó a la Semana de la Moda tras 16 años y lo hizo con un conjunto iridiscente que combinaba una blusa corta con una falda midi cubierta de lentejuelas, complementado con sandalias plateadas que añadían un toque sofisticado y brillante a su look. Por su parte, Emily Ratajkowski optó por un vestido negro con un corte lateral atrevido, acompañado de botas de tacón bajo y gafas de sol ovaladas, reflejando su estilo audaz y urbano, mientras que Naomi Watts eligió un abrigo blanco oversize, demostrando que la simplicidad también puede ser impactante cuando se combina con presencia y elegancia.

Reafirman la relevancia de Calvin Klein en la escena internacional
El desfile no solo fue un espectáculo de moda, sino un evento social y cultural que reafirmó la relevancia de Calvin Klein en la escena internacional. La cuidadosa selección de colores neutros y cortes limpios demostró que la marca sigue siendo un referente de estilo sofisticado, capaz de atraer tanto a las nuevas generaciones como a quienes crecieron con su estética clásica. Cada prenda reflejaba un equilibrio entre funcionalidad y glamour, mostrando que la moda puede ser audaz, práctica y deseable al mismo tiempo.

Más allá de las estrellas y las piezas icónicas, el evento destacó por su capacidad de generar conversación y marca tendencia. La presencia de figuras internacionales en la primera fila confirmó que Calvin Klein sigue siendo un punto de encuentro entre moda, celebridades y cultura pop. La interacción entre las celebridades, los medios y la audiencia en redes sociales amplificó el alcance del desfile, convirtiéndolo en un fenómeno más allá del espacio físico de la pasarela.

El regreso de Calvin Klein a Nueva York no solo celebró la historia de la marca, sino que proyectó su visión hacia el futuro: una combinación de sofisticación, innovación y relevancia cultural. Con esta colección, la casa reafirma su posición como icono global, capaz de reinventarse sin perder la esencia que la ha definido durante décadas, y demuestra que, en la moda, como en el espectáculo, menos puede ser más cuando se hace con estilo y personalidad. Imágenes: CLASOS